Prácticamente todo el mundo ha sufrido algún problema de acidez estomacal, algunas personas con más frecuencia que otras. Este problema puede acentuarse en personas que sufran reflujo gastroesofágico, dispepsia o una úlcera provocada por Helicobacter Pylori. El tratamiento médico paliativo de la sintomatología habitual, suelen ser antiácidos, sin embargo, en algunas ocasiones se ha evaluado la eficacia de estos frente a la ranitidina, que fue uno de los primeros inhibidores utilizados en el siglo 20. Según la literatura científica y médica, el omeprazol sigue siendo más efectivo para tratar la pirosis y el reflujo en casi todos los individuos.
Pros y contras de usar ranitidina para tratar la acidez
La ranitidina es un fármaco inhibidor de los receptores H2 de la histamina, secretadores de ácido, los cuáles se encuentran en las células parietales del estómago. La ranitidina suele ser efectiva en el 50% de los casos, pero en algunas situaciones, como reflujo gastroesofágico clínico y úlceras rebeldes provocadas por ejemplo por Helicobacter pylori, no llega a ser del todo efectiva.
Las ventajas de la ranitidina son:
- Presenta menos efectos secundarios que el omeprazol, siendo además menos frecuentes y graves (náuseas y dolor abdominal). Curiosamente con tratamientos prolongados suelen desaparecer.
- Puede darse en época de lactancia y embarazo, si el médico lo aprueba, por supuesto.
- No actúa sobre el nervio neumogástrico y sobre la gastrina, por lo que el estómago sigue produciendo ácido, aunque sea menos cantidad. La histamina libera pepsinógeno y factor intrínseco, esta última es una proteína esencial para que la vitamina B12 se transporte hacia el íleon para ser absorbida. La ranitidina no perjudica la liberación de estas dos sustancias.
Los mejores antiácidos naturales
A pesar de ser más inofensiva, su poder no es tan fuerte como el de los antiácidos convencionales. Es más, cuando se utilizaba ranitidina en los años 80, se combinaba con sal de bismuto para tratar las parasitosis en el estómago. En ocasiones se ha estudiado su combinación con omeprazol y pantoprazol. Después de muchas investigaciones, se ha constatado que el tratamiento que prevalece como número 1 en efectividad es el de suministrar omeprazol de forma aislada.
La ranitidina se consume en forma de tabletas, cápsulas o sobres efervescentes. Los sobres son más cómodos ya que las tabletas se hacen difíciles de tragar en algunas personas. El formato con envoltura vegetal encapsulada tiene el inconveniente de que si se rompe queda expuesto ante el jugo gástrico perdiendo eficacia.
Pros y contras del omeprazol para tratar la acidez
Los antiácidos tienen la ventaja de que suprimen completamente la liberación de ácido al medio. Actúan directamente sobre las bombas de protones integradas en las células parietales, por lo que ni siquiera la sobre expresión de la gastrina, la histamina o las respuestas que ejerce el nervio vago son significativas. El omeprazol combate perfectamente los problemas de acidez y es crucial para prevenir consecuencias graves en personas que sufran reflujo gastroesofágico crónico, dispepsia, infección por Helicobacter o disfunción del cardias. Esto lo ha convertido en primera elección para tratar patologías relacionadas con la excesiva secreción de jugo gástrico.
Tiene el inconveniente de que al inhibir completamente la liberación de ácido, perjudica la síntesis de calcio y vitaminas del grupo B. El consumo prolongado de este medicamento se ha asociado con un mayor riesgo de diarreas, anemias perniciosas y fracturas de cadera. Esto se debe a que al no haber ácido en el estómago, el calcio, las proteínas y algunas vitaminas del grupo B no pueden asimilarse después en el lumen intestinal. Por este motivo no se recomiendan tratamientos superiores a 2 meses, salvo que el médico lo crea conveniente. Los nutricionistas, sugieren en muchos casos complementar la dieta con complejo B y un suplemento de calcio y magnesio si no queda más remedio que tomar antiácidos de por vida.
Los antiácidos como el omeprazol, pantoprazol o lansoprazol están contraindicados en personas con problemas hepáticos. Se pueden usar conjuntamente con ibupofreno, sin riesgo para la salud. El ibuprofeno inhibe las ciclooxigenasas, encargadas de activar las prostaglandinas protectoras de la mucosa estomacal, sin embargo, como el omeprazol inhibe la secreción de ácido, no hay peligro mientras dure su efecto.
Tanto el omeprazol como la ranitidina se toman antes de las comidas, unos 20 minutos antes, con un vaso de agua. 10 mg y 150 mg respectivamente por dosis. Tienen una semivida que circula en torno a las 6 horas.
Espero que os sea de ayuda compañer@s. ¡A seguid sanos/as!