¿Es bueno utilizar química en el deporte?

Cuando nos iniciamos en el mundo del deporte, tarde o temprano nos estancaremos en algún momento de nuestra etapa de crecimiento atlético y físico. Esta situación nos lleva a preguntarnos si existen métodos o ayudas que nos proporcionen salir de ese bache y alcanzar nuestros objetivos de manera más temprana o inmediata. La química en el deporte lleva trabajando desde hace años y cabe decir, sin ánimo de consumo, que su uso ha beneficiado a muchos deportistas y mejorado la calidad de vida de muchas personas.

El deporte depende totalmente de la química, hablando en sentido estricto, según los investigadores más reputados en ciencias del deporte y la salud, la química constituye esa rama de la ciencia que nos hace ser capaces de superar cualquier barrera, ir más alla de lo imaginable y romper los límites impuestos por la naturaleza (no todos claro).

No sólo a nivel interno. Cualquier objeto o herramienta, ya sea una mancuerna o una máquina, que podamos encontrar en un gimnasio es química pura, pues estará constituido por múltiples materiales que hacen que sea utilizable y aprovechable. Si el equipamiento deportivo que tenemos a nuestra disposición, es cada vez más ligero y estético, es gracias a la química.

Esto anterior pasa exactamente en el cuerpo. Cada vez los atletas, culturistas y deportistas están más tonificados, voluminosos, con porcentajes bajísimos de grasa corporal, rindiendo a altísimos niveles. Por supuesto es gracias a la química. Nuestro cuerpo es una fábrica enorme de reacciones químicas que hacen que podamos funcionar correctamente, como procesos enzimáticos, síntesis de aminoácidos, absorción de nutrientes, reparación de tejidos musculares, producción de hormonas, formación de neurotransmisores… Todos ellos esenciales para la vida.

Debemos establecer una clara diferencia entre los procesos químicos que tienen lugar de forma natural y aquéllos que pueden producirse mediante el consumo de sustancias externas. Ahora bien, no hay ningún matiz negativo en decir: «Yo utilizo la química en mis entrenamientos«.

La nutrición deportiva es crucial para rendir adecuadamente en el ejercicio, la cuál depende en parte de la suplementación por parte del deportista, cada vez más necesaria en el mundo actual, a causa de la industrialización y la baja calidad de los alimentos. Tomar un batido de proteínas después del entrenamiento o ingerir 5 mg de clenbuterol en el desayuno representan dos casos de utilización de la química para mejorar nuestro nivel deportivo. El primero está bien concebido por la sociedad, el segundo sin embargo, constituye un atentado contra la ética y la salud. Esta ideología es la que todavía se mantiene en gimnasios, en la calle y en centros deportivos.

¿Cómo explicar todo esto? Eso es algo que voy hacer en esta web. No apoyar o defender el consumo de sustancias ilegales, sino que la química es necesaria y que cada cual es libre de utilizarla como quiera, a pesar de que pueda destrozarnos por dentro.

El mensaje que quiero transmitir es que la química no es mala, ni tampoco es mala utilizarla para mejorar tus marcas o aumentar tus bíceps. Lo único negativo de todo esto es que la química se use sin control, se abuse de ella o se utilice para que jóvenes y novatos se arruienen la salud, sin ni siquiera haber hecho un press de banca.

Seguiremos hablando de esto en futuras entradas, ¿que os parece?

 

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