¿Qué es la leche pasteurizada?

Debido a la extensa cantidad de temas que se pueden abordar respecto a la leche, he creido oportuno dedicar este artículo a hablar sobre la leche pasteurizada, o para entendernos mejor, la que suelen vender en los supermercados y centros comerciales. Sin meternos en los problemas que puede ocasionar el consumo de lácteos, (que como bien sabéis, no estoy a favor de ellos) ya que no es el objeto de este artículo, voy a explicar algunos aspectos de la leche pasteurizada y todos sus inconvenientes, ya que ventajas no tiene ninguna, y diré por qué.

En primer lugar, la pasteurización de la leche significa someterla a un proceso térmico que ronda entre los 60 y los 100 grados, sin superar este último valor durante 15 minutos, con el objetivo de eliminar sustancias indeseables como bacterias, gérmenes y patógenos que se encuentran en la leche de manera natural. Este proceso fue descubierto en el siglo XIX por Louis Pasteur, aunque se aplicó a la leche varios años después. Gracias a la pasteurización, la leche puede conservarse más tiempo en el envase y además una vez abierta puede mantenerse refrigerada varios dias sin que se eche a perder. Dicho esto, aparentemente es una ventaja a tener en cuenta, pero creedme que todo son inconvenientes, y ahora vamos con lo verdaderamente importante de este tema.

leche pasteurizada

La pasteurización es efectiva para esterilizar parcialmente muchos alimentos, no sólo la leche, pero con este proceso también eliminamos gran cantidad de nutrientes esenciales para la vida y que hacen que la leche sea tan especial. Si ya de por sí la leche presenta varios problemas en muchos grupos de población y su reputación está aún por demostrar, la leche pasteurizada si que no nos deja dudas de que es un alimento poco nutritivo y carente de valor. La pasteurización de la leche implica:

  • Una pérdida importante de vitaminas como la A y la B.
  • La pérdida casi total de vitamina C.
  • La destrucción parcial de minerales y oligoelementos (calcio, yodo, flúor, zinc, etc).
  • La inactivación de enzimas procedentes de la leche implicadas en su proceso de digestión.

A parte de esto, se cree también que el suministro de leches pasteurizadas a niños pequeños puede aumentar su apetito, ya que el proceso de calor convierte a la lactosa en beta-lactosa, un disacárido mucho más soluble y asimilable.

No solo la leche, cualquier lácteo, zumo o bebida pasteurizada sufre el mismo problema. En el caso de los yogures, el proceso de pasteurizado destruye gran cantidad de las bacterias acidolácticas que colaboran en el desarrollo y mantenimiento de la microbiota intestinal humana. De ahí que siempre recomiende consumir ecológicos, ya que conseguimos todo su valor nutritivo.

Como bien dije antes, la pasteurización no supone ninguna ventaja, exceptuando las de conservación y eliminación de patógenos, porque aunque se quiera y se busque eliminar gérmenes y sustancias nocivas de la leche, ya están nuestros jugos digestivos para hacerlo. Es más, la mayoría de las bacterias dañinas que se encuentran en la leche no sobreviven a pH inferiores a 4,5 , es decir, que un zumo de piña, de limón o de naranja las destruiría, así que imagináos el ácido clorhídrico que tiene un pH de 1,5 y 2. La leche de verdad debe tomarse recién ordeñada del animal y que al menos sean de vacas criadas al aire libre y alimentadas de manera natural. Si tan interesados están en los procesos de pasteurización, me imagino que será por la indiscriminación que sufren muchas vacas y lo mal alimentadas que están, haciéndonos entender que someter a la leche a procesos de calentamiento es una forma de prevenir enfermedades que ellos mismos crean indirectamente con el trato que les dan a los animales.

En fin compañer@s, os dejo la reflexión a vosotr@s. En el próximo artículo explicaré la leche UHT o uperisada.

¡A seguid san@s, no lo olvidéis!

 

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