Cosas que no sabías sobre los yogures

¿A quién no le gustan los yogures verdad? El yogur es un alimento muy consumido en España y constituye el postre de muchas personas en su dieta, sobre todo después de cenar o a media mañana. El yogur es un alimento obtenido a partir de una fermentación láctica de la leche, los más consumidos son los que se elaboran a partir de la leche de vaca, aunque en la actualidad podemos encontrar yogures de soja, de leche de oveja, de leche de cabra o leches vegetales.

La fermentación de la lactosa en ácido láctico es lo que le da esa textura tan esponjosa que carazteriza a los yogures. Suelen ser mejor recibidos por la mayoría de los paladares y la gran cantidad de comidas y sabores que pueden añadirse al yogur lo hacen muy apetitoso en cualquier momento del día. Pero no por estas razones los yogures son buenos, además de esto, su contenido en fermentos lácticos, aportan gran cantidad de probióticos a nuestro intestino para facilitar el tránsito de nutrientes y colaborar en el mantenimiento de la microbiota intestinal.

A pesar de esto, debemos tener en cuenta que los yogures no son tan beneficiosos como los pintan y aunque el objetivo de esta entrada no es sacar defectos del yogur, si que voy a aclarar una serie de aspectos que es importante que tengamos presentes a la hora de consumirlos:

  • En primer lugar, los yogures elaborados con leche animal pueden favorecer la aparición de algunas enfermedades (no demostrado, y sólo en personas susceptibles), porque aunque vengan predigeridos, no dejan de ser un lácteo, y un consumo elevado de este grupo de alimentos trae más inconvenientes que ventajas, por muy ricos que estén.
  • El aporte de calcio de un yogur es menor que el de un vaso de leche, pero este calcio es más asimilable que el de la leche, ya que los yogures vienen predigeridos y su digestión es más ligera, siempre y cuando se consuman sólos eso sí.
  • Su contenido en probióticos o bacterias beneficiosas se ve neutralizado por nuestros jugos gástricos, es decir, eso de que los yogures elaborados con leche animal nos benefician a nivel intestinal es mentira. La cepa bacteriana contenida en los yogures convencionales pertenecen al género de los Lactobacillus bulgaricus, esta cepa no resiste la agresión de los jugos digestivos, por lo que no representan un beneficio neto para mejorar la flora intestinal. Existen otras cepas como la Lactobacillus acidophilus y la Lactobacillus Casei (como las del yogur Actimel), contenidas en algunos yogures enriquecidos, que si han demostrado superar la barrera ácida, aunque tampoco se han reportado grandes diferencias respecto a los yogures normales.
  • Si los yogures son azucarados, provocan una mayor respuesta insulínica, contienen más calorías y son más perjudiciales para nuestro organismo. Las calorías contenidas en un yogur convencional azucarado, unos 125 gramos, aportan casi 150 calorías.
  • Los yogures elaborados con leche animal, tomados después de las comidas, dificultan la digestión y empeoran la acción de los ácidos estomacales.
  • El exceso de azúcares refinados como el que contienen muchos yogures, favorecen un crecimiento descontrolado de la Cándida Albicans, hongo responsable de la candidiasis.
  • La creencia de que los yogures de sabores llevan fruta, es totalmente falsa, los yogures con sabor a fresa, piña, vainilla o coco, por ejemplo, no llevan nada de fruta, tan sólo sus aromas y un par de colorantes para dar el pego. Entre ellos el E-150b, de dudosa reputación y el E-101, este último colorante es conocido como lactoflavina, que resulta inofensivo para el ser humano.
  • Los yogures no contienen fibra de ningún tipo, excepto los de soja que suelen incluir cierta cantidad, y estoy harto ya de oir a personas decir que los yogures tienen fibra porque es falso. Los que llevan fibra es porque se la han añadido, ya que los lácteos por sí solos carecen de fibra.
  • Los yogures de marca blanca, indiferentemente de si son de soja o de leche animal, contienen más azúcares que los de marcas bien posicionadas como Danone, Pascual o Nestlé. Eso sí, la cantidad de aditivos en éstos últimos son los mismos incluso más. Recordad que juegan con los sabores para vender más, todo es marketing puro y duro.

Aunque se me escapan algunos detalles, creo que he puesto los más importantes. Para los que tomen yogures naturales tipo griego, si luego en casa les echáis azúcar común para endulzarlos es igual que comerte un yogur azucarado normal. Otro detalle importante, los lácteos no los mezcléis con fruta por favor, es una práctica muy poco saludable aunque el plato final quede rico y sabroso.

Espero que os sirva de ayuda, cualquier duda al respecto, me la podéis poner abajo en los comentarios para que todos podamos verla y aportar nuestro granito de arena. Naturalmente, tened presente la idea de que comerse un yogur al día no es sinónimo de muerte, diabetes o problemas de salud, pues hay algunas personas que se lo toman muy a pecho.

¡Gracias compañer@s y a seguir san@s no lo olvidéis!

Esta entrada tiene 6 comentarios

  1. Susana

    Hola, y que opinas del kefir? Y en que momento del dia es mas recomendable tomarlo? Me refiero a si es mejor en ayunas, por la noche antes de dormir, etc.

    1. El rincón del sano

      El kéfir va genial, es una fuente de probióticos más fiable que el yogur convencional y procede de una leche más apropiada. Se puede tomar en cualquier momento del día aunque lo ideal es hacerlo en la mañana.

  2. Alberto Freinto

    Muy buen post sobre los yogures. Yo los tomo desnatados y sin edulcorantes ni azúcar. Todo es acostumbrarse. Consideras el yogur como fuente de probióticos fiable?

    1. El rincón del sano

      No, ni válida siquiera, aunque si lo consumes a diario y apuestas por kéfir o yogures de mejor calidad talv ez sí. En casos de postantibiótico o dietas muy desequilibradas hay que tomar probióticos en forma de suplemento.

  3. Nica

    Los yogures tienen lactosa? Podrían comerlos los intolerantes a la lactosa?

    1. davelifehealth

      Hola Nica. Los yogures prácticamente no tienen lactosa, la fermentación que se produce en el yogur durante su proceso de fabricación convierte la lactosa en ácido láctico. Normalmente son tolerables para los que tienen intolerancia, pero depende del grado. Un yogur contiene menos de 5 gramos de lactosa, fácilmente digerible para un intolerante común. El límite suele estar en 12-15 pero depende del grado de intolerancia. Un saludo

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