¿Qué es el dopaje? Según la WADA

El Dopaje, de acuerdo a la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, 2009), está definido como “la administración o uso
por parte de un atleta de cualquier sustancia ajena al organismo o cualquier sustancia fisiológica tomada en cantidad anormal, por una vía anormal con la sola intención de aumentar en un modo artificial y deshonesto su rendimiento en la competencia”.
También se define, como “la violación de una o más de las reglas antidopaje descritas entre el artículo 2 .1 al 2 .8 del Código” (AMA, Código Mundial Antidopaje, 1984) . Entre las violaciones de las reglas antidopaje, se encuentran: presencia en la muestra de una sustancia prohibida o sus metabolitos; uso o intento de uso de una sustancia prohibida; la no entrega de las muestras requeridas sin justificación alguna; la no disponibilidad del deportista en el período de test fuera de la competición; intento o manipulación del control antidopaje; posesión y/o tráfico de sustancias o métodos prohibidos y administrar o intentar administrar sustancias o métodos prohibidos a cualquier atleta (Gracia et al.2009; Hildebrand,2007)

Política anti dopaje

Según Kayser&Smith (2008), las políticas antidopaje se basan en cuatro razones, para luchar contra el dopaje:
  • Igualar el nivel competitivo
  • Proteger la salud de los deportistas
  • Preservar la integridad del deporte
  • Ser un “buen” ejemplo para la sociedad
En las definiciones anteriores, se tiene como requisito la competencia y el rendimiento deportivo; sin embargo, sustancias como los esteroides anabolizantes son utilizadas por un reducido grupo de deportistas y en cambio son de consumo habitual por un elevado número de usuarios, quienes participan en los gimnasios y no buscan la gloria deportiva sino mejorar su aspecto físico. Esto hace que el problema se salga de control, ya que las organizaciones nacionales e internacionales solo realizan controles y campañas de prevención en los deportistas de altos logros, que solo comprenden el 5% de la población que los utilizan, mientras el otro 95%, lo constituyen las personas del común. Frente a estas sustancias existen mitos y desinformación y lo único cierto es que son efectivas para elevar el rendimiento y mejorar la apariencia física, presentándose efectos secundarios que la mayoría de los usuarios desconoce y los cuales, tarde o temprano repercutirán sobre la salud y el bienestar.
Es necesario concientizar, informar, capacitar y prevenir el consumo de estas sustancias en la población, ya que en los últimos años el consumo se ha elevado en nuestro país .
Fuente bibliográfica:

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