La adiponectina es una de las hormonas más importantes dentro del deporte y la salud. Participa activamente en el metabolismo de grasas y glúcidos. Su síntesis es llevada a cabo por los adipocitos del tejido adiposo, siendo la adipoquina más abudante secretada por éstos.
Formada por 244 aminoácidos y cuya estructura varía en dímeros, hexámeros y polímeros (fracciones aminoacídicas). Dependiendo de esta última la adiponectina puede tener diferentes vías de señalización.
Cuenta con dos receptores AdipoR1 y AdipoR2 que se expresan en diferentes tejidos, entre los cuáles destaca el músculo esquelético, el hígado y el páncreas, sin olvidarnos del tejido adiposo. Este estudio corrobora esta afirmación.
Función de la adiponectina
Su función es aumentar la actividad de la AMPK (proteína quinasa dependiente de AMP), una enzima encargada del equilibrio energético y que está relacionada directamente con el consumo de calorías. La adiponectina destaca por favorecer la combustión de ácidos grasos como fuente de energía y permitir una mejor utilización de la glucosa. Reduce la resistencia a la insulina y combate la obesidad.
Su ventaja principal es que regula los niveles de glucemia, impidiendo que haya altos niveles de glucosa. De esta forma, los ácidos grasos circulantes y en reservorio son más biodisponibles.
Los niveles de adiponectina son inversamente proporcionales al porcentaje de masa corporal. Es decir, a mayor masa corporal, los niveles de adiponectina se reducen. En casos de obesidad y diabetes mellitus, esta hormona presenta curvas alteradas con la consiguiente pérdida de sus funciones. Una buena tonificación muscular mejora drásticamente la acción de la adiponectina.
El sobrepeso y la obesidad son claros enemigos de adiponectina, provocando alteraciones en la misma, la igual que pasa con la leptina. A día de hoy, se investiga la relación que guarda esta hormona con estas patologías para diseñar y entender mejor su etiología.
Como potenciar su actividad
Dentro de la nutrición deportiva y el culturismo, se estudian diferentes complementos alimenticios que sean capaces de estimular la adiponectina y aumentar sus niveles en pro de una pérdida de tejido adiposo. El más destacado entre los adelgazantes naturales son las cetonas de frambuesa, el mango africano y el té verde. La sinergia de estos 3 nutrientes junto a la toma de cafeína, ha resultado ser efectivo para adelgazar, especialmente si se combina con una reducción de las calorías de la dieta.
El ejercicio con cargas a alta intensidad es fundamental para mantener unos buenos niveles de esta hormona, la cuál como se ha dicho aumenta sus niveles en individuos bastante tonificados. Entrenamientos de fuerza por más de 12 semanas consiguen incrementar los niveles de esta hormona en un 33 por ciento.
La adiponectina no se comercializa a día de hoy en España como suplemento. Al tratarse de una hormona, su producción es exclusivamente endógena.
