Vitamina E y alcoholismo crónico

A pesar de los grandes y numerosos avisos y consejos de salud en materia de prevención que se muestran a diario sobre los efectos del alcohol, cada vez son más las personas que siguen desperdiciando su salud por culpa de esta sustancia, algunos incluso padecen enfermedades relacionadas por el abuso de la misma, como la cirrosis hepática, fibrosis, hepatitis, diabetes, etc.

A pesar de ello, en este post traigo datos muy interesantes para poder frenar el daño producido por el alcoholismo, sobre todo en el hígado. Aunque existen muchos ayudantes, en esta ocasión hablaré de la vitamina E en particular y su importantísima función hepatoprotectora.

La vitamina E es una vitamina esencial para nuestro organismo, se comporta como un antioxidante, esto quiere decir, que combate y neutraliza la acción de los radicales libres. Actúa sobre todo a nivel celular, renovando la membrana citoplasmática y retículo endoplásmico, colabora además en la formación de glóbulos rojos y tiene un papel como cofactor en muchos procesos metabólicos internos.

Molécula de vitamina E
Molécula de vitamina E

Vitamina E y su relación con el hígado

Existen estudios, os dejo aquí uno, donde ya se han demostrado los efectos protectores de la vitamina E sobre el hígado, un órgano que sufre mucho con el envejecimiento y los malos hábitos. En el caso del alcoholismo, el hígado sufre con el paso del tiempo un proceso de cicatrización llevado a cabo por unas células denominadas células de Kupffer, que son macrófagos con actividad fagocítica, es decir, se encargan de eliminar antígenos presentes en el hígado y expulsarlos al exterior. Cuando hay una sobreactivación de las células de Kupffer, como en el caso de la cirrosis producida por el alcohol, el daño se hace inminente, lo que conlleva a una importante pérdida de las funciones hepáticas, ya que estas células van a estimular la síntesis de colágeno y la fibrosis.

En el estudio que acompaño, se comprueba que la vitamina E es capaz de aliviar este problema, ya que gracias a su poder antioxidante, reduce la acción de estas células. Aunque en el estudio, es verdad, que se aplica al envejecimiento, no desmerece el mérito de incluirla en casos de alcoholismo, donde se sabe que existe un exceso de actividad de las células de Kupffer.

Por desgracia, aún son necesarias más investigaciones, no cabe duda de que un consumo adecuado de vitamina E, en sinergia está claro, con otras vitaminas, supondrá una reducción del daño provocado por el alcohol, y tal vez, siendo optimistas, un incremento de la vida de nuestro hígado. Por tanto vuelvo a hacer hincapié en la importancia del consumo de aceite de oliva de virgen de primera prensión en frío a diario, o sino, a falta de éste, de frutos secos de calidad.

Recordad, la mejor manera de limpiar es no ensuciar. ¡ A seguid san@s no lo olvidéis!

 

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